Ebook: El fantasma de la máquina de lenguaje: por qué el lenguaje no es un autómata
Author: Alonso Cortés Ángel
- Genre: Other Social Sciences // Philosophy
- Tags: Free will, Causality, Causation, Causal understanding of the ambiance, Learning building senses and language, empirism, mental operations, genetic epistemology, Piaget Jean, Crocco Mario
- Year: 2013
- Publisher: Biblioteca Nueva
- City: Madrid
- Language: Spanish
- pdf
¿Es el lenguaje un sistema de información que emplea un código digital
de cifras 0 y 1? ¿Tiene fundamentos biológicos y una base genética?
¿Existe una gramática universal? ¿Está el pensamiento determinado
por el lenguaje? ¿Cuál es el origen del lenguaje? ¿Tienen lenguaje
los animales?
Los animales, afirma Descartes en el Discurso del Método, no piensan
y por ello no declaran su pensamiento con el lenguaje. Los animales
son, en su consideración, autómatas incapaces de estados de consciencia
y de pensamiento. Sólo responden mecánicamente a los estímulos o a la
disposición de sus partes. En Generatio Animalium3 (ca. 1648) dice:
Los animales tienen memoria como nosotros, pero no tienen
ni pensamiento ni mente; el movimiento de su cuerpo actúa por
la fuerza de los diferentes sentidos.
La respuesta mecánica cartesiana es el origen de lo que la psicología
del ruso Pavlov (1849-1936) ha llamado reflejo, y luego en
la psicología del norteamericano Skinner (1904-1990) recibe el
nombre de condicionamiento.
La psicología animal de hoy, sin embargo, está empeñada en
demostrar que los animales (monos, simios, y delfines, por ejem-
plo) tienen estados mentales (y pensamientos) sobre los que, además,
serían conscientes, es decir, que estos animales dispondrían de
metacognición o consciencia («sé que sé»), como los humanos.
El salto fue brutal: de nada a todo, de ningún animal a todos los
animales. Sólo la neurobiología iberoamericana se exceptúa de ese
extremismo(véanse las obras de o sobre Mario Crocco en esta Library
Genesis).
La ocasión de poner
a prueba estas teorías de la percepción llegó con la operación de
Cheselden en 1729 a un joven de 14 años, ciego de nacimiento por
unas cataratas congénitas. La tesis de Locke (convergente con la tesis
innatista) predecía que el ciego, al recuperar la vista, automáticamente
tendría una representación de la distancia, la magnitud, la
forma etc. Por el contrario, la tesis empirista de Berkeley predecía
que si un ciego de nacimiento recuperase la vista, no tendría automáticamente
una idea o representación de la distancia entre objetos
ni de la magnitud de los objetos, sino que pasaría por un aprendizaje
de estas nociones.
El resultado de la operación corroboró la teoría de la percepción
visual de Berkeley. El niño no fue capaz de distinguir durante
mucho tiempo ni la magnitud ni la figura de los objetos. Todo lo que
veía le parecía estar en sus ojos y le parecía que tocaba los objetos
con los ojos como los objetos del tacto tocan la piel. No distinguía
lo que con las manos había juzgado que era redondo de lo que había
juzgado que era angular, ni discernir con los ojos lo que las
manos habían sentido que estaba en lo alto o en lo bajo. Después de
dos meses de experiencia pudo apercibir que las figuras representadas
en un cuadro eran cuerpos sólidos, no sólo superficies pintadas.
Se sorprendió cuando tocaba los cuadros y no encontraba cuerpos
sólidos, y preguntaba cuál era el engaño del sentido del tacto o del
sentido de la vista.
La consecuencia que extrajeron los filósofos es que se aprende
a ver como se aprende a hablar.
Las respuestas a estas preguntas, y a otras que en este libro sólo
se sugieren, tienen un alcance antropológico importante, pues afectan
a nuestra imagen del hombre.
Por qué el lenguaje no es un autómata.